“Y si caminamos de la mano de la Virgen Santísima, Ella hará que nos sintamos hermanos de todos los hombres: porque todos somos hijos de ese Dios del que Ella es Hija, Esposa y Madre. Los problemas de nuestros prójimos han de ser nuestros problemas. La fraternidad cristiana debe encontrarse muy metida en lo hondo del alma, de manera que ninguna persona nos sea indiferente.”
Pidámosle hoy a nuestra madre, la Virgen María: Que nos consiga la gracia de aumentar nuestra nuestra caridad para con los demás empezando por nosotros mismos.
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