Deprecación a la Virgen María
(Para todos los días)
Soberana Reina de los Ángeles y Señora nuestra: nosotros miserables pecadores, hemos entendido lo mucho que os agrada el culto de vuestra prodigiosa Imagen de Guadalupe y el de sus copias; Vos, Señora, lo estáis manifestando de continuo en la piedad liberalísima con que socorréis a cuantos os buscan en ella. Esto nos infunde tanto aliento y confianza que, sin reparar en nuestra miseria, venimos a las puertas de vuestra misericordia, como va un hijo necesitado a la más tierna de las madres, en la confianza de que hallaremos consuelo, donde todo el mundo tiene pronto y seguro despacho. En vuestra piedad fiamos, y con toda el alma os pedimos que nos alcancéis la luz y gracia para hacer buenas confesiones y corregir nuestra vida; y por añadidura la merced que os pedimos en esta Novena, o una gran conformidad si no fuere del agrado de vuestro Hijo, en honra vuestra y para nuestra salvación. Amén.
DIA OCTAVO
FORTALEZA DE MARÍA.
Consideración.
Toda la vida de María fue un continuo ejercicio de la virtud de la fortaleza. La previsión de los tormentos del Redentor bastó para hacerla mártir de la paciencia. San Bernardino de Sena nos dice que “vivió crucificada desde el momento en que concibió al Crucificado”. La constancia con que perseveró en el Calvario al pie de la Cruz, donde expiraba su amado Hijo jesús, nos dará a entender cuán sublime y heroica fue su fortaleza. Entonces mereció una vez más ser Madre nuestra, porque nos engendró a la vida de la gracia con sus dolores.
Fortaleza y refugio de los cristianos, quiso ser la Madre de Dios desde su trono de Guadalupe. Nuestros reyes, capitanes y soldados en Ella buscaron eficacísima protección para luchar y vencer toda clase de batallas. Desde Alfonso el Onceno, con la Victoria del Salado; desde la conquista de Algeciras y Gibraltar, la de Granada por los Reyes Católicos y el descubrimiento de Nuevo Mundo, hasta nuestros días, Ella es Alcázar inexpugnable donde se encuentra el verdadero descanso y una confianza tan grande, que hasta los fortísimos muros de que se halla rodeada su Santa Casa, se la inspiran al pobre mortal.
LOAS A SANTA MARIA DE GUADALUPE
ANTÍFONA
He elegido y santificado este lugar con mi presencia para que en él sea glorificado mi nombre y en él permanezcan mis ojos y mi Corazón hasta el fin de los tiempos.
V. ruega por nosotros, Santa maría, Abogada Nuestra.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
ORACION
Oh Dios y Señor nuestro, que, mediante el culto que tributamos a la Sagrada Imagen de nuestra Señora de Guadalupe, nos concedes el especial amparo y protección de tu Santísima Madre; te rogamos humildemente nos concedas a cuantos la veneramos en la tierra, el gozar de su eternal y maternal compañía en los cielos. Por Cristo nuestro Señor. Amen.
Récese cinco Ave Marías.
Ave María Purísima
Sin pecado concebida.
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