Deprecación a la Virgen María
(Para todos los días)
Soberana Reina de los Ángeles y Señora nuestra: nosotros miserables pecadores, hemos entendido lo mucho que os agrada el culto de vuestra prodigiosa Imagen de Guadalupe y el de sus copias; Vos, Señora, lo estáis manifestando de continuo en la piedad liberalísima con que socorréis a cuantos os buscan en ella. Esto nos infunde tanto aliento y confianza que, sin reparar en nuestra miseria, venimos a las puertas de vuestra misericordia, como va un hijo necesitado a la más tierna de las madres, en la confianza de que hallaremos consuelo, donde todo el mundo tiene pronto y seguro despacho. En vuestra piedad fiamos, y con toda el alma os pedimos que nos alcancéis la luz y gracia para hacer buenas confesiones y corregir nuestra vida; y por añadidura la merced que os pedimos en esta Novena, o una gran conformidad si no fuere del agrado de vuestro Hijo, en honra vuestra y para nuestra salvación. Amén.
ESPERANZA DE MARÍA.
Consideración
Las tres virtudes teologales, las cuatro virtudes cardinales y los siete dones del Espíritu Santo deben obran en las almas para llegar a la verdadera santidad. En la Virgen María se hallaban estos dones y virtudes en grado supremo. La virtud de la esperanza la manifestó en Belén, en la huida a Egipto, en las bodas de Caná y en todas las pruebas de su vida, pudiendo decir con el real Profeta: “Yo hallo mi bien en estar unida con Dios, en poner en el Señor Dios mi esperanza.” Pero, sobre todo, es María la esperanza de los mortales, y la Iglesia la invoca llamándola “vida, dulzura y esperanza nuestra”.
Lugar de esperanzas y Consuelo quiso hacer de Guadalupe la Santísima Virgen, pues son innumerables los favores otorgados por mediación de su venerada Imagen. Por eso muchos pueblos y ciudades, y aun naciones enteras por medio de sus reyes, se han encomendado en las calamidades públicas a nuestra Señora, y nos dice la Historia y nos lo confirma la cotidiana experiencia que nunca quedaron defraudadas las esperanzas de los que en Ella confiaron.
LOAS A SANTA MARIA DE GUADALUPE
ANTÍFONA
He elegido y santificado este lugar con mi presencia para que en él sea glorificado mi nombre y en él permanezcan mis ojos y mi Corazón hasta el fin de los tiempos.
V. ruega por nosotros, Santa maría, Abogada Nuestra.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
ORACION
Oh Dios y Señor nuestro, que, mediante el culto que tributamos a la Sagrada Imagen de nuestra Señora de Guadalupe, nos concedes el especial amparo y protección de tu Santísima Madre; te rogamos humildemente nos concedas a cuantos la veneramos en la tierra, el gozar de su eternal y maternal compañía en los cielos. Por Cristo nuestro Señor. Amen.
Récese cinco Ave Marías.
Ave María Purísima
Sin pecado concebida.
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